- A propósito del Global Big Day 2021
Dos momentos marcan el impulso para escribir estas líneas: “Colombia paloma herida”, un álbum y una canción de Jorge López Palacio con Lilienthal, publicado en 1984 y la coyuntura que vivimos. Los quiero abordar desde el pajareo porque es una actividad que me ha permitido cambiar la óptica con la que abordo los espacios que recorro, naturales o no, donde la atención ahora se fija, no solo en las aves sino en las manifestaciones de vida que habitan dichos espacios y en una cantidad de detalles que, antes de adquirir esta pasión, simplemente pasaban desapercibidos.
Durante los últimos 18 meses he iniciado un aprendizaje paulatino del vasto y complejo mundo de las aves, de la mano de grandes especialistas en la región, amigos y colegas en el turismo como César Arredondo y Wilmer Ramírez quienes pacientemente han compartido conmigo sus saberes. Gracias a ellos también he podido ser partícipe del Global Big Day, la gran actividad de conteo y observación de aves a nivel mundial que se realiza en un solo día, creada en 2015 por el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell mediante la plataforma E-Bird.
En el mundo se reconocen actualmente alrededor de 11.000 especies de aves (aunque estudios recientes hablan de posibles 18.000) de las que plataformas como E-Bird, Avibase, Birdlife, Audubon’s y otras, contienen información de registros cercanas al 95%, aportada por científicos, investigadores, pajareros y personas apasionadas. Estas bases de datos han creado un puente entre las sociedades científicas y civiles para facilitar el monitoreo de la distribución y las poblaciones de aves, creando un vínculo de aportes significativos para la investigación y la conservación.
Hay actividades de observación que se plantean como competiciones y de las cuales existen variantes en cuanto a la duración (desde un día hasta un año), la distribución (regiones específicas) o la tipología de las aves (migración, hábitats…). Estas actividades contribuyen a que el número de personas interesadas por las aves crezca constantemente. En Colombia no ha sido la excepción y sería preocupante serla dado el gran privilegio de tener en nuestro territorio la mayor diversidad en cantidad de especies de aves del mundo.
Es así como en las cifras del GBD los pajareros colombianos se han aplicado a la tarea de posicionar dicha riqueza natural y pasión, ubicando desde 2017 a Colombia como el país con mayor número de especies observadas en un solo día cada año compartiendo un top 5 casi invariable, donde junto a Perú, Ecuador y Brasil han mantenido sus registros y un 5º lugar que varía con países como Bolivia, México, Venezuela, EE.UU. y este año Kenia. Posiciones muy similares a los consolidados globales de observación permanente (es decir no solo de competiciones).
La lógica es que la diversidad no dependa de la cantidad de observaciones o listados subidos, aunque cada vez haya más gente participando para potencialmente observar más especies. Es así como las cifras que se han posicionado tienden a permanecer estables: Colombia con un estimado de 1.954 especies de aves en su territorio registra 1.884 en el histórico de la plataforma y un promedio de 1.500 observadas en 1 solo día (GBD); Perú con unas 1.858 especies registra 1.823 en el histórico y un promedio de 1.400 en un solo día; Brasil con 1.919 y Ecuador con 1.681 especies promedian 1.700 en el histórico y 1.100 en un solo día.
Ahora bien, si de podios se trata, relacionemos uno también muy interesante: el de la participación, generado por la cantidad de listados cargados. La plataforma permite que una persona u organización suba tantos listados como desee. Así, es posible subir varios listados según los lugares u horarios de los recorridos de observación o uno solo agrupando información de todo el día de una o de varias personas. Este podio ha sido liderado invariablemente desde un inicio por EE.UU. país con 328 millones de habitantes que ha subido más de 77.000 listas para el GBD-2021 y más de 38 millones en el histórico; y por Canadá con 38 millones de habitantes, que ha subido más de 15.000 listados en el GBD-2021 y cerca de 6,5 millones en su histórico. La pasión de los pajareros en Colombia, un país con 50 millones de habitantes, se refleja principalmente en el GBD donde, en los últimos años se ha posicionado de 3º llegando a subir más de 7.000 listas para el GBD-2020 pero en el histórico llega a un 11º lugar con poco más de 300.000 listados subidos.
Estas cifras crecientes en cuanto a participación y enriquecedoras en cuanto a variedad de registros se pueden monitorear desde la plataforma www.ebird.org.
En el GBD de este año 2021, Colombia cede el primer lugar de aves observadas ante Perú y la cantidad de listados disminuye a poco más de 2.000. ¿Qué sucedió?
La respuesta conlleva un alto contenido de reflexión política dada la crítica situación social que atraviesa el país. No se trata de convertir en objeto de política una actividad cuyos protagonistas (aves) nada tienen que ver en los designios de la (ir)racionalidad humana. Que sea una reflexión desde la filosofía de cada quien, o mejor desde la ecosofía, para retomar una noción acuñada a finales del pasado siglo. Lastimosamente el GBD llegó en un momento en que un gran sector de los colombianos se manifiesta contra una serie de decisiones políticas, económicas, sociales y ambientales preocupantes. Así, muchos observadores y colectivos de observadores declinan la invitación a la participación tan esperada durante meses, en una posición de apoyo a las manifestaciones.
La decisión, más allá de buscar una visibilidad internacional frente a la grave situación de vulneración de los DD.HH. en las protestas que surgen ante las nefastas orientaciones de la economía, la salud, la educación, la corrupción, en fin, de la política que administra este país, hace además un llamado de atención frente a las orientaciones ambientales que estos últimos gobiernos han desarrollado, promoviendo prácticas como el fracking, el uso del glifosato, las concesiones mineras en zonas de protección y la lasitud, ver complicidad, ante la grave situación en el incremento desproporcionado de las zonas de deforestación, todo esto en uno de los países mega diversos del globo.
Ante tanta negligencia llegará el día en que no habrá motivos para sacar pecho y vociferar, en cuanta red social sea posible, por el orgullo de tener la mayor cantidad de mariposas, de orquídeas y de aves en nuestro territorio, cuya destrucción contemplamos de manera cómplice. A propósito, “Colombia quiere decir tierra de palomas, palomas blancas fusiladas desde el huevo…” es como comienza la canción que retoma el título de esta entrada.