De la esperanza y otros epítetos

Iniciamos la experiencia de nuestra página web acompañada por el reto de abordar este blog para compartir con l@s visitantes nuestro sentir-pensar, además de interactuar alrededor de lo que nos convoca: el Guaviare, tierra un tanto desconocida para muchos y el quehacer turístico que se ha venido perfilando como un espacio para formular ópticas actualizadas de estos territorios.

Dentro de la gran diversidad colombiana encontramos ciudades heroicas, musicales, bonitas, sorpresa, perlas, sucursales del cielo, puertas de oro, con eternas primaveras… tantos epítetos que subrayan la poesía, la cultura, la sociedad, el entorno ambiental; y entre ellas, San José del Guaviare lleva el honroso epíteto de la “Capital de la Esperanza”, que entre otras, comparte con Brasilia, capital del Brasil.

 

Capital de la Esperanza
Puerto fluvial, San José del Guaviare

 

En el Guaviare, el proceso de colonización moderno (en su acepción más etimológica) inicia el siglo pasado, por una parte con el estímulo del gobierno central, por otra parte impulsado por economías extractivas y también como consecuencia de desplazamientos humanos originados en el largo y doloroso proceso de la violencia. A las poblaciones indígenas existentes, mayoritariamente nómadas, han venido sumándose poblaciones muy variadas de múltiples orígenes dentro del territorio nacional e internacional, conformando en la actualidad una sociedad digna de dicho epíteto por la interacción de toda esta población transcultural que aporta su grano de identidad en la consolidación de una cultura de la esperanza.

Esperanza inicialmente plasmada en los sueños que atraían a los colonos hacia nuevos espacios para forjar un futuro. Aquí quiero mencionar a mis abuel@s matern@s, quienes se establecieron desde los años cincuenta en la zona y fijaron aquí su hogar principal desde donde educaron a sus 9 hij@s (épocas de alta fertilidad), abriendo la brecha que orientó el horizonte de mi actividad como guía profesional de turismo.

Hoy vivimos una gran metamorfosis regional gracias a la visibilidad y confianza tras el proceso de paz; gracias a las actividades turísticas implementadas que han evolucionado con del tiempo. Podemos entonces decir con toda confianza que la esperanza se mantiene firme, no solo porque según el proverbio, es lo último que se pierde, sino porque el entorno, la sociedad, la naturaleza, los vestigios culturales, rebosan de belleza, de historia, de contrastes, de vida, en fin, de esperanza.

Y esperamos que la página web viveguaviare.com se convierta en un portal de información y de referencia sobre la región, así mismo que el blog que iniciamos con esta entrada, sea una excusa para acercarnos desde el consenso y el disenso, claro, dentro de los parámetros del respeto mutuo.

Si tienes alguna idea o texto para alimentar el diálogo, no dudes en contactarnos.

¡Bienvenid@s!

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